En la década de 1950, el lugar más candente de la Guerra Fría no era Washington ni Moscú. A raíz de la Segunda Guerra Mundial, la pequeña nación nórdica de Finlandia se encontró en la primera línea del último conflicto del mundo.
Limitando con Suecia, Noruega, miembro de la OTAN y la entonces Unión Soviética, estaba intercalado entre el Este y el Oeste en una ubicación estratégica que lo hacía de vital importancia para ambos lados. Si el país iba a sobrevivir, tenía que trazar un rumbo entre dos superpotencias, ambas dispuestas a no detenerse ante nada, incluida la guerra total, para tomar el control.
en este contexto un grupo de valientes agentes de los servicios secretos fineses intentan mantener la independencia del país cueste lo que cueste.
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