Sebastián descubre que nunca ha sido un buen marido a través de la enfermedad de su mujer, afectada de Alzheimer, cuando empieza a confundir a su esposo con otras personas, y es así, por accidente. Un inesperado gesto de amor y reparación florece: él le hará revivir una y otra vez sus momentos más felices, aprovechando que ella no los recuerda.
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