Khaila, una madre soltera adicta al crack, deja a su bebé en un contenedor de basura mientras está drogada y al día siguiente descubre que ha desaparecido. El bebé es adoptado por una trabajadora social, Margaret y su marido, Charles. Años más tarde, Khaila tras pasar por rehabilitación y conseguir un trabajo estable, toma la resolución de recuperar a su hijo.
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