En una subasta, una joven, Costanza, es superada en la puja por un viejo violín y persigue al adjudicatario, un anciano, fuera, explicando por qué lo quería tanto. Cuenta cómo, dos años antes, en 1968, durante la Primavera de Praga, estaba en un pub con unos amigos cuando entró un hombre e insistió en tocar su violín para ella. La joven, que no conoce a sus padres, recordó de alguna manera la melodía de su infancia; corrió detrás del violinista, quien le dijo que se llamaba Jeno Varga y le contó la historia de dos muchachos que se conocieron a fines de la década de 1930, en una academia de música en Praga. Los chicos, David Blau, de origen adinerado, y Jeno, se hicieron amigos íntimos. Jeno creció en una granja pobre con su madre y su padrastro; Su padre había abandonado a su esposa y a su hijo, pero les dejó un raro violín y la música de un 'Canone Inverso'...
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