(vo)
La directora Christina Voros y el productor James Franco abren el telón del imperio fetiche de Kink, el mayor productor de contenido BDSM de Internet. En un rincón particularmente oscuro de una industria que opera en gran parte fuera de la vista del público, los directores y modelos de Kink luchan por la autenticidad. En una empresa a menudo conocida por sus prácticas de explotación, Kink defiende un conjunto de valores férreos para fomentar un entorno seguro, sano y consensuado. Su objetivo es desmitificar el estilo de vida BDSM (Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo.) y servir como ejemplo y recurso educativo para la comunidad BDSM. En Kink, descubrimos no solo una subcultura fascinante y a menudo incomprendida, sino también, en una carrera lejos de la corriente principal, un grupo de personas inteligentes, carismáticas y motivadas que realmente aman lo que hacen.
Commentaires