Dentro de la enorme mansión del doctor Corrales funciona una residencia para jóvenes artistas donde pueden trabajar sin las distracciones y las preocupaciones diarias. Allí reciben alojamiento y todos los materiales de trabajo que puedan necesitar, pero sobretodo son sometidos a un tratamiento especialmente desarrollado por el psiquiatra, que les permite canalizar todas sus más intensas vivencias hacia la producción artística. Desconociendo lo que sucede en la trastienda, una noche llega hasta allí cargando una valija enorme un hombre desencajado que ruega ser atendido por el psiquiatra. A regañadientes lo hace pasar a su consultorio y, como el paciente afirma que no puede regresar a su casa después de la discusión que tuvo con su pareja, le permite pasar la noche en una de las habitaciones de la mansión. La actitud inicialmente reticente del doctor cambia durante la noche, cuando descubre que en la valija de Benavidez se esconde una obra de arte tan maravillosa que es capaz de salvar a la Residencia de sus dificultades para mantenerse rentable y se pone como meta incorporar a la nueva promesa a su tratamiento, aunque el artista ahora sólo piense en recuperar su valija para regresar a hogar.