Con 43 años, la vida del actor y director francés Guillaume Canet no puede ser mejor. Tiene todo lo que un hombre puede desear: éxito profesional, dinero y una mujer espectacular, nada menos que la actriz Marion Cotillard, con la que comparte un hijo.Pero, resulta que el hogareño Canet es un carroza de vida convencional que ya no está en la onda. Y además, ha descendido dramáticamente en la lista de los actores más deseados. Sin perder un minuto más, decide ponerse manos a la obra y empezar a hacer cambios radicales para tener un perfil más rockero y desenfadado. Tanto su familia como sus amigos se sienten consternados cuando se percatan de que su cambio de imagen y su transformación van mucho más allá de lo que nadie pudo pensar en un principio.