Arturo pierde todas sus esperanzas de casarse con Flora cuando el padre de la joven la promete con un jefe de la mafia neoyorquina. Para crearse una nueva vida, Arturo decide irse a América. Pero en 1943, durante la II Guerra Mundial, se alista en el ejército aliado y vuelve a Sicilia para luchar contra el fascismo. El joven soldado ve en esta lucha una oportunidad para llegar hasta el padre de Flora y conseguir a su amor.