Después de algunos años, Ariel regresa a Buenos Aires buscando reencontrarse con su padre Usher, quién dirige una fundación de caridad en Once, el barrio judío donde Ariel creció. Allí conocerá a Eva, una mujer muda y de un espíritu independiente que empuja a Ariel ha deshacerse de los problemas que una vez lo separaron de su padre. Un reencuentro con la tradición y con el hombre que ayuda a todo el mundo en el barrio, pero no puede hacerlo con su hijo.